“Desde una perspectiva evolucionista, el asco se centra en el rechazo de alimentos y en el sentido del gusto. En cuanto omnívoros, los seres humanos tienen flexibilidad con respecto a qué consumir; pero por ello corren también el riesgo de consumir elementos contaminantes. Frente a esto, el asco se presenta como un mecanismo de supervivencia (...)El llamado "asco moralizado" es el provocado por ofensas y transgresiones sociomorales. (...)Sea provocado por nociones abstractas acerca de la violación de derechos, sea producto de desencadenantes carnales específicos, el asco parece funcionar como un medio importante para internalizar prohibiciones morales. La mayoría de las sociedades humanas repudian algunos tipos de comportamiento que consideran potencialmente contaminantes, y el esquema del asco ha sido adaptado o aplicado metafóricamente a estas formas de rechazo”. Fuente de la cita: Salles, A. Sobre el asco en la moralidad. En Diánoia vol.55 no.64, México. 2010. https://www.scielo.org.mx/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0185